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El entretenimiento digital, particularmente los videojuegos, está experimentando una evolución radical que definirá la próxima década. Según un reciente estudio de McKinsey & Company (The future of video entertainment: Immersive, gamified, and diverse), para el año 2030, los videojuegos no solo serán más inmersivos, sino que también se integrarán profundamente en nuestra vida diaria, combinando elementos de realidad aumentada, gamificación y personalización avanzada.
La industria de los videojuegos ha recorrido un largo camino, desde los días de las consolas domésticas hasta la nube y el streaming. La evolución hacia un entretenimiento más personalizado y gamificado ya está en marcha. Los avances en inteligencia artificial y tecnologías de aprendizaje automático permitirán que los juegos adapten su contenido en tiempo real, respondiendo a las emociones, preferencias y habilidades de los jugadores. Esto no sólo enriquecerá la experiencia del usuario, sino que también impulsará la lealtad y el compromiso a niveles sin precedentes.
Uno de los aspectos más destacados del estudio es la creciente tendencia hacia la inmersión sensorial. Los desarrolladores están explorando nuevas formas de hacer que los jugadores no solo interactúen con el mundo del juego, sino que también lo experimenten físicamente. Imagina sentir el calor de una explosión o la brisa del viento mientras exploras un vasto mundo abierto. Esta fusión de los sentidos con la narrativa redefinirá lo que significa “estar en el juego”.
Además, explican que la gamificación se extenderá más allá de los videojuegos tradicionales, infiltrándose en otras formas de entretenimiento y en la vida cotidiana. Las películas y series podrían incorporar elementos interactivos, permitiendo a los espectadores influir en el desarrollo de la historia o participar en desafíos paralelos. Este enfoque híbrido abrirá nuevas oportunidades de negocio, tanto para desarrolladores como para empresas de medios.
Fuente: El Economista
