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Esta impresora trabaja duro. En lugar de varios albañiles, una sola máquina. Una vez que el polvo de hormigón, el agua, la arena y otros aditivos se han mezclado y enviado a la impresora, una boquilla aplica la mezcla de hormigón. “Capa por capa el robot Vulcan imprime una casa entera. Va de la parte delantera a la trasera con una sola capa. Y después de imprimir tres metros de altura, tienes el sistema de paredes para una casa en pocos días”, acentuó Conner Jenkins, Senior Project Manager, ICON.
Este verano, la impresora 3D terminará la última de las 100 casas impresas en Wolf Ranch, una comunidad de Texas. Por cierto, solo se imprimen las paredes. Los cimientos y el tejado se construyen de forma tradicional. A principios de verano, esta pareja de Wolf Ranch compró una casa fabricada por la impresora.
“La gente es un poco escéptica y quizá espera que esta tecnología haga inmediatamente más asequible la construcción de viviendas. No creo que funcione así. Una tecnología pionera que sale al mercado necesita tiempo para que se ajusten los costes y se adapten al mercado”, contó Lawrence Nourzad, propietario de casa.
La empresa constructora anuncia que, en comparación con los métodos de construcción tradicionales, la impresión 3D de casas es más rápida y barata. Requiere menos mano de obra y minimiza el desperdicio de materiales de construcción.
“Con la escasez de viviendas a la que se enfrenta nuestro país y especialmente de viviendas asequibles, nunca ha sido tan importante para nosotros innovar y encontrar nuevos métodos que mejoren la forma en que construimos las casas y cómo nuestros clientes viven en ellas”, comentó Charlie Coleman, Presidente de Austin Division Lennar.
Aún no se han vendido todas las casas impresas en 3D de Wolf Ranch. El valor de cada una oscila entre los 450 mil y 600 mil dólares.
Fuente: NCC